Que no, que no.
No insistas. Lo sabes como yo.
Cada vez es la última.
Una despedida tras otra.
Y al día siguiente, de nuevo uno solo.
Nacer, crecer y morir en un solo día.
Un día tras otro.
Empezar el día llamando al olvido,
terminarlo abrasados por la ausencia.
Las monedas que tiré en el estanque de tu insomnio...
jueves, septiembre 09, 2004
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1 comentario:
Se me olvidó que te olvidé...
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