sábado, febrero 26, 2005

Marchito

Este año, por primera vez en mi vida, alguien me regaló una rosa por San Valentín.

En la caja que la contenía estaba escrito: 'garantizado por 15 días'.

Yo pensé que se refería a la rosa.


jueves, febrero 24, 2005

Hoy

Ya es hoy.

Qué rápido ha llegado.

Hoy debería ser un día como otros, pero no lo es.

Hoy nos la jugamos, mis principios y yo. Hoy sabré si sólo ellos me acompañan.

Hoy arriesgo todo a cambio de empatar o perder.

Hoy durará hasta mañana.

Y mañana...

sábado, febrero 19, 2005

And the winner is...


Me acaban de nominar al
Oscar

al mejor actor secundario

de la película de tu vida

(... y de la mía.)

miércoles, febrero 16, 2005

Buena suerte, Lady Marian

Hoy hace frío en el bosque. Es una noche desapacible. El viento cimbrea las copas de los árboles y aúlla entre sus ramas. He venido a mi claro. No hay nubes, ni luna, y las estrellas brillan en la oscuridad de la noche.

Enamorarse de las estrellas es de idiotas. Piensas que brillan para ti, que te muestran su belleza, que sus parpadeos son guiños dedicados, que te alumbran los pasos, que te guían, que te acompañan,... y es después cuando te das cuenta de que en realidad, desde su infinita lejanía, ni siquiera se han percatado de tu efímera existencia. Y no importa lo alto que saltes o lo fuerte que grites, sabes que aunque la distancia que te separa de ellas es la misma en uno y otro sentido, nunca te verán. Tú no brillas.

He hecho fuego. No me acostumbro a este frío. Hace ya tanto que pasó el verano... Me gusta mirar al fuego. Atizar las brasas, jugar con las llamas, mirar sus contoneos y responder a sus provocaciones. Y mientras me pierdo en sus formas, me encuentro a mí mismo, recordando cómo llegué aquí.

Vine a este bosque con las primeras lluvias de otoño, y desde entonces soy un proscrito. Huyo de la verdad, y de mi vida. Aquí busco refugio y doy la bienvenida a cuantos como yo necesitan el amparo de unos árboles que acompañan y no preguntan, que protegen y no juzgan, que cobijan y no cuestionan.

Aquí empecé a soñar con mi Lady Marian. Y un buen día la encontré, como a las estrellas. Brillaba como ellas. Más. Y como de las estrellas, también me colgué. Ahora, jugando con este fuego, recuerdo cada momento, todos robados. Es lo que tengo y lo que me queda. Un proscrito sabe que nunca será libre, que no tiene nada, que nada puede ofrecer.

Hoy han llegado noticias al bosque. Lady Marian se ha enamorado. Quienes la han visto me han contado de sus sonrisas y sus palabras. Palabras de enamorada, para un caballero de verdad. Alguien de noble porte y alta alcurnia. Alguien que de verdad la quiere y puede darle cuanto tiene.

Soy feliz por ello. Y el fuego lo nota. Ambos sabemos que ha llegado el momento de ser uno y de aceptar mi transformación. He de acercarme más. Duele más de lo que pensaba, pero no quiero enturbiar el final con gritos, lágrimas o gestos de dolor. Quiero sonreir, y que este momento, en el que dejo de ser un sueño y me convierto en un recuerdo, sea música congelada de una sonrisa.

Ya arde un sueño. Ya es un recuerdo. Ya es totalmente tuyo.

Buena suerte Lady Marian.

domingo, febrero 13, 2005

Escoria

He despertado hace unas horas. No consigo ver nada. No es oscuridad. Es ausencia absoluta de luz. El lugar en el que estoy es húmedo. Frío. Oigo en ocasiones gotas de agua caer y golpear contra el suelo. Las paredes son irregulares, muy inclinadas. Son ásperas, porosas, frágiles. Me recuerdan a la escoria volcánica. El suelo no es firme. Es difícil mantener el equilibrio, me tropiezo a cada paso y temo caer y golpearme con alguno de los afilados salientes.

Hace un momento ya me ha ocurrido. El golpe no ha sido muy fuerte, pero el corte es muy profundo. Me ha rasgado la camisa y el pecho mana bastante sangre.

Oigo el eco de mi respiración. Camino y camino pegado a la pared, midiendo mis pasos, mientras me pregunto dónde estoy. No recuerdo cómo he llegado aquí, pero tampoco recuerdo nada anterior a este lugar.

Sé que me encuentro sólo, sé que estoy perdido, sé que estoy encerrado, sé que estoy herido, y sé que no me queda demasiado tiempo. Aún así, he seguido andando durante todo este tiempo, en la oscuridad, pero ya no puedo andar más. Ya no me quedan fuerzas. Acabo de encontrar enganchado en un saliente de la pared un pedazo de tela. Es de mi camisa. Ya he pasado por aquí antes. No hay salida.

Si al menos supiera dónde estoy.

Si al menos alguien supiera dónde estoy.

lunes, febrero 07, 2005

Something purple

Y cuando uno se olvida de usar recuerdos,
y comienza a construir nuevos,
es que está enamorado...



"...and in her eyes, I saw the stars
and I felt something purple in my heart..."


viernes, febrero 04, 2005

Una caricia

Mi primera caricia fue para tus pies desnudos.

En realidad fue sólo para uno.


En realidad no estaba desnudo.


En realidad ni siquiera lo toqué.


En realidad no era tu cuerpo.

.

martes, febrero 01, 2005

El otro camino

Hoy, yendo a mi trabajo, decidí ir por el otro camino.

Al principio me resultaba extraño, como debe sentirse un autómata al que se le modifica el programa, pero pronto mis músculos agarrotados comenzaban a recuperar la frescura de antaño, girando el volante con presteza y cambiando a marchas olvidadas.

El camino habitual es una cómoda autopista, dos carriles en cada sentido, atascada y aburrida en las horas punta e insípida en resto del día. La costumbre de viajar por ella cada día termino por convencerme de que el camino solo es un medio para llegar a algún lado.

Me olvidé de que yo algún día supe que el camino era el fin en sí mismo.

Y esta mañana, en el desvío, en una arriesgada e imprevista maniobra, tomé otra dirección. Y me fui hacia ella.

La otra carretera, la olvidada, cruza las montañas que llevan desde mi casa a mi trabajo. Esta mañana una fina lluvia obligaba a conducir despacio, deleitándose con cada una de sus curvas, hasta llegar a la cima. A medida que ascendía, iba recordando el lugar, a pesar de que hacía ya años que no transitaba esa vía. Había olvidado el regalo de sentir como iba adaptándome, a derecha e izquierda, siguiendo una ruta diseñada con bastantes dosis de locura. Y una vez arriba, detuve el coche. Bajé y miré a la ciudad, que despertaba. La lluvia empezaba a ser menos fina, y recordé otras lluvias, y cuando me mojaban.

Y lo vi desde arriba, y lo vi claro.
Te quiero, con locura
Y mientras, en la radio...

Si me dices que sí, piénsalo dos veces, puede que te convenga decirme que no.
Si me dices que no puede que te equivoques, yo me daré a la tarea de que me digas que sí.
Si me dices que sí dejaré de soñar y me volveré un idiota,
Mejor dime que no y dame ese sí, como un cuenta gotas.
Dime que no pensando en un sí y déjame lo otro a mí,
Que si se me pone fácil el amor se hace frágil y uno para de soñar.
Dime que no y deja la puerta abierta.
Dime que no y me tendrás pensando todo el día en ti, planeando la estrategia para un sí.
Dime que no y lánzame un sí camuflado, clávame una duda y me quedaré a tu lado.
Si me dices que sí se fugará lo incierto y esa cosquilla en la panza cuando estás por venir.
Si me dices que no seguiré conquistando, descubriéndote cosas que ni tú te conoces.
Dime que no y me tendrás pensando todo el día en ti, planeando la estrategia para un sí.
Dime que no y lánzame un sí camuflado, clávame una duda y me quedaré a tu lado.
Siempre lo fácil me duró tan poco y no lo niego, me divertí.
Pero la soledad me ha vuelto loco, porque el amor nunca ha pasado por aquí.
Dime que no y me tendrás pensando todo el día en ti, planeando la estrategia para un sí.
Dime que no y lánzame un sí camuflado, clávame una duda y me quedaré a tu lado...