martes, febrero 01, 2005

El otro camino

Hoy, yendo a mi trabajo, decidí ir por el otro camino.

Al principio me resultaba extraño, como debe sentirse un autómata al que se le modifica el programa, pero pronto mis músculos agarrotados comenzaban a recuperar la frescura de antaño, girando el volante con presteza y cambiando a marchas olvidadas.

El camino habitual es una cómoda autopista, dos carriles en cada sentido, atascada y aburrida en las horas punta e insípida en resto del día. La costumbre de viajar por ella cada día termino por convencerme de que el camino solo es un medio para llegar a algún lado.

Me olvidé de que yo algún día supe que el camino era el fin en sí mismo.

Y esta mañana, en el desvío, en una arriesgada e imprevista maniobra, tomé otra dirección. Y me fui hacia ella.

La otra carretera, la olvidada, cruza las montañas que llevan desde mi casa a mi trabajo. Esta mañana una fina lluvia obligaba a conducir despacio, deleitándose con cada una de sus curvas, hasta llegar a la cima. A medida que ascendía, iba recordando el lugar, a pesar de que hacía ya años que no transitaba esa vía. Había olvidado el regalo de sentir como iba adaptándome, a derecha e izquierda, siguiendo una ruta diseñada con bastantes dosis de locura. Y una vez arriba, detuve el coche. Bajé y miré a la ciudad, que despertaba. La lluvia empezaba a ser menos fina, y recordé otras lluvias, y cuando me mojaban.

Y lo vi desde arriba, y lo vi claro.
Te quiero, con locura
Y mientras, en la radio...

Si me dices que sí, piénsalo dos veces, puede que te convenga decirme que no.
Si me dices que no puede que te equivoques, yo me daré a la tarea de que me digas que sí.
Si me dices que sí dejaré de soñar y me volveré un idiota,
Mejor dime que no y dame ese sí, como un cuenta gotas.
Dime que no pensando en un sí y déjame lo otro a mí,
Que si se me pone fácil el amor se hace frágil y uno para de soñar.
Dime que no y deja la puerta abierta.
Dime que no y me tendrás pensando todo el día en ti, planeando la estrategia para un sí.
Dime que no y lánzame un sí camuflado, clávame una duda y me quedaré a tu lado.
Si me dices que sí se fugará lo incierto y esa cosquilla en la panza cuando estás por venir.
Si me dices que no seguiré conquistando, descubriéndote cosas que ni tú te conoces.
Dime que no y me tendrás pensando todo el día en ti, planeando la estrategia para un sí.
Dime que no y lánzame un sí camuflado, clávame una duda y me quedaré a tu lado.
Siempre lo fácil me duró tan poco y no lo niego, me divertí.
Pero la soledad me ha vuelto loco, porque el amor nunca ha pasado por aquí.
Dime que no y me tendrás pensando todo el día en ti, planeando la estrategia para un sí.
Dime que no y lánzame un sí camuflado, clávame una duda y me quedaré a tu lado...

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Dime que no y lánzame un sí camuflado...", de donde es esa frase??