Acabo de descubrir por qué odio las noches calurosas.
Yo que pensaba que era 'porque no puedo dormir'... qué primario.
Recién me he dado cuenta de que no me gustan por lo que hago y por lo que no hago en esas horas robadas al sueño.
Y es que es mejor seguir viviendo sin pensar en ello. Y mejor aún seguir dormido, soñando, ausente de los abismos que acompañan las noches.
viernes, septiembre 10, 2004
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