miércoles, abril 27, 2005

Pedacitos de vida

Me gustan las cosas de segunda mano. Paseo por los rastrillos, y me quedo mirando toda clase de objetos sin ninguna utilidad y a precio de saldo. Curioseo entre los cacharros viejos, dando vida a sus dueños, haciendo un poco de arqueología sentimental. Imagino cuántas conversaciones de humo y ceniza habrá escuchado ese cenicero medio quemado que reza 'No hay en la vida nada como la desgracia de ser ciego en Granada', cuántas historias habrá escrito esa pluma reseca y que quedarán ya en el olvido, a quién habrán acariciado las manos que ennegrecieron las hojas de ese libro.

Nunca me quedo con nada de lo que curioseo. No creo que se puedan comprar los recuerdos, y esos trastos no son más que eso, pedacitos perdidos de otras vidas. Pero un día vi algo que no pude dejar escapar. Se trataba de un viejo contestador automático, con su cinta de cassette aún dentro. Lo compré de inmediato. ¡Acababa de encontrar un pedacito de vida parlante! Entre curioso y entrometido me sentía mientras iba a toda velocidad a casa, a desempolvar el radio-cassette. Por fin podría escuchar lo que un cacharro contaría de su dueño, y comprobar así la vida que se nos pega en lo que nos rodea. La ciudad perdida de un arqueólogo.

- Hola, soy Ana. Ahora no estoy, no puedo o no quiero atenderte. Deja tu mensaje y veré si te llamo. Piiiiiiiii

- Hija, soy tu madre, llámame. Me tienes preocupada. Hace días que no sé de ti.

- Hola Anita, soy Charly. Paso luego a recogerte. ¿Qué tal andas?. Un beso, mi vida.

- Hola soy Laura. ¿Quedamos después del trabajo y me cuentas que tal con Charly? Besooooos.

- Soy Alberto, del banco. Ana, pásate cuando puedas por aquí por favor. Un saludo.

- Hola Ana, soy Marcos. No dejo de pensar en ti. ¿Podrás venir hoy también? Llámame.

- Anita, soy Charly. ¿Te ocurre algo? Te noto rara. No me has llamado ni ayer ni hoy. ¿Qué pasa? Venga, un beso mi vida, te quiero.

- Hija, me ha llamado Charly para ver si estabas aquí. Luego ha venido a casa. Qué majo es ese chico y como te quiere ¿eh?. Oye, ¿cuándo vas a venir a verme?.

- Anaaaaa, soy Laura. Oye ¿Y ese chico de ayer? Uyuyuy, cuentamelo todoooooo. Muá.

- Hola soy Mari. Luego te llamo. O si no, mejor llámame tú, ¿vale?. Hasta luego.

- ¿Ana? Marcos. Sólo quería decirte que ayer lo pasé muy bien, y... bueno, que eres especial. Y..., bueno, ya hablamos.

- Hija, soy tu madre. ¿Me acompañas a comprar el regalo de Mari? Quiero verte y charlar un rato, que no sé nada de ti. Llámame anda.

- (Charly) ¿Anita? Venga, cógeme el teléfono... Oye, estás muy equivocada. No soy yo quien se está alejando. Tenemos que hablar.

- Soy Laura. ¿Ya has pensado qué vas a hacer? ¿Quedamos y hablamos? Besoooooos.

- Anaaaa, soy Mari. Oye, ¿vendrás a mi cumple, no? Llámame.

- ¿Ana? Soy Marcos. He escuchado tu mensaje, y... bueno... para mí... oye, mejor lo hablamos hoy, ¿vale? Te quiero.

- Hija, soy tu madre. ¿Necesitas algo? Papá preguntó hoy por ti. Llámame anda. Un beso.

- (Charly) Anita, si no quieres verme más sólo dímelo. Estoy empezando a cansarme de esto.

- Este es un mensaje para Ana (...), del Banco (...). Por favor, pase por nuestra oficina tan pronto como le sea posible. Muchas gracias.

- (Laura) Anutxiiiiiii, ¿ya has hablado con Charly? ¿Qué tal ayer con Marcos? Te veo luego. Muá.

- (Marcos) Hola, oye, ¿lo del fin de semana sigue en pie? Tengo que saberlo hoy, ¿eh?. Me dices algo. Un besito, cielo.

- Hija, ¿cuándo vas a venir? No sé nada de ti. Venga, llámame.

- (Charly) Ana, he estado con Laura. Me ha dicho que ayer no estuvo contigo y luego se ha dado cuenta y ha intentado arreglarlo. ¿Dónde estuviste? Esto se ha acabado, ¿verdad?.

- Ana! Joder! La he cagado. Ayer metí la pata con Charly. Llámame. Lo siento, pero ¡podías haberme dicho algo!.

- Soy Alberto, del banco. Necesito que te pongas urgentemente en contacto conmigo. Gracias.Es muy urgente.

- (Marcos) Ana, paso a recogerte a las 6, ¿vale?. ¡Y no te pases con las maletas! ¡Hasta ahora!

- Hija, ya te he ingresado lo que me pediste. Ande, ven a verme y hablamos. Un beso.

- Anita, soy Charly. Has conocido a alguien, ¿verdad? Ana, yo te quiero... Anita, vamos a hablarlo, ¿vale?

- Ana, soy Laura. Charly quiere verme hoy. Habla con él, tía. Venga, un beso.

- Ana, soy Marcos. Ya sabes, I just caaaaaalled to sayyyy I love youuuuuu. Un beso, hablamos.


(...)

Pedacitos de vida.

1 comentario:

Mar dijo...

anda que tio mas curioso que eres... yo me sentiría un poco ladrona de intimidad y ademas que intriga, mmm...¿en que terminaria todo?, ajajaja...

besos...Qettah