Mi mujer perfecta ha de ser, primero
Imperfecta, para que así esté conmigo,
Saber matarme con lo que no digo
Y resucitarme cuando me muero.
Muy rubia, si echo de menos el sol
Y morena, si es que añoro la luna.
Si yo no llego, que le sobre altura
Si ella no llega que el alto sea yo.
Que me venda su alma cada mañana
Pinte palabras que beban al viento
Que vista de azul las noches profanas
Que enrede mi abrazo, sienta qué siento
Que ate mis besos, me ofrezca manzanas
Respire mi aire y caliente mi aliento.
miércoles, diciembre 15, 2004
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1 comentario:
Horrible
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